Hacer postres en casa puede ser una experiencia divertida y hasta terapéutica. Sin embargo, muchas veces los resultados no son los que esperamos: bizcochos hundidos, galletas duras o tortas sin sabor. La repostería, a diferencia de la cocina en general, requiere precisión y atención a los detalles. En Cuchara Libre dentificamos algunos de los errores más comunes que cometen quienes empiezan en la repostería, y lo mejor: cómo evitarlos.

Los 3 errores más frecuentes
1. Usar harina sin cernir
Parece un paso innecesario, pero es clave. Al cernir la harina no solo eliminas impurezas, sino que también incorporas aire, lo que ayuda a que la masa quede más ligera y esponjosa. Omitir este paso puede hacer que tu postre quede pesado y con grumos.
Tip: utiliza un colador fino si no tienes un tamizador, el resultado será igual de efectivo.
2. No medir bien los ingredientes
La repostería es una ciencia exacta: un poco más o menos de harina, azúcar o mantequilla puede cambiar completamente la textura y el sabor. Usar tazas o cucharas “a ojo” es un error frecuente.
Tip: invierte en una balanza de cocina. Son económicas y garantizan precisión en cada receta.
3. Hornear sin precalentar el horno
Este es quizás el error más común. Meter la preparación en un horno frío hace que la cocción sea desigual: bizcochos crudos por dentro, bordes quemados o masas que no suben.
Tip: siempre precalienta tu horno al menos 10–15 minutos antes, a la temperatura indicada en la receta.
Conclusión
Evitar estos tres errores puede marcar una gran diferencia en tus postres caseros. Con pequeños cambios en tus hábitos de repostería, conseguirás resultados mucho más profesionales y, lo más importante, ¡deliciosos!
En Cuchara Libre creemos que la repostería es para todos: desde principiantes hasta expertos. Por eso, seguimos compartiendo tips, recetas y consejos prácticos para que disfrutes el arte de lo dulce en casa.
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