Mar. Oct 7th, 2025

En Piura, entre clases universitarias, apuntes y trabajos en grupo, un joven estudiante decidió transformar un hobbie en un sueño real: un emprendimiento de postres que tiene como estrellas a las galletas. Desde las clásicas chocochips hasta las irresistibles red velvet o cookies and cream, cada una de sus creaciones guarda el sabor de la pasión y la constancia.

De la cocina familiar al emprendimiento universitario

La idea nació en un espacio muy especial: la cocina de su casa. Creció viendo a su mamá y a su tía preparar postres, y entre aromas dulces y tardes de repostería se encendió la chispa que lo llevó, años más tarde, a convertir ese hobbie en un proyecto serio. Lo que empezó como una forma de compartir con amigos, hoy es un emprendimiento que se abre camino en un mercado lleno de competencia.

El reto de balancear estudios y hornos encendidos

Cuando le preguntamos cuál fue el mayor desafío en este camino, no dudó: la organización. Ser estudiante universitario y al mismo tiempo emprendedor no es sencillo. Entre clases, exámenes, pedidos, preparación de masas, deliverys y empaques, los días parecen no tener suficientes horas. Afortunadamente, no está solo: su socia Claudia ha sido un apoyo clave para seguir avanzando y mantener el proyecto vivo.

¿Renunciar? Sí, lo pensó… pero la pasión pudo más

En este trayecto hubo momentos de duda. El cansancio y las dificultades hicieron que pensara en renunciar. Sin embargo, lo que lo sostiene es la constancia y la pasión por lo que hace. “Lo más importante es ser constante. A mí me apasiona la repostería, y eso es lo que me motiva a seguir”, nos confesó. Y es justamente esa pasión la que logra que sus galletas no sean solo postres, sino pequeños recordatorios de que los sueños sí se pueden hornear.

Un futuro que huele a café y galletas recién hechas

Los planes no se detienen en las cajas de delivery. Junto a Claudia, sueña con abrir una cafetería cerca a la universidad, el lugar donde todo comenzó. No es casualidad: los estudiantes fueron sus primeros clientes y quienes siempre lo apoyaron. Una cafetería universitaria sería un homenaje a ese respaldo, un espacio donde compartir café, galletas y muchas historias.

Un consejo para los soñadores

Cuando le pedimos que dejara un consejo a quienes quieren emprender, fue claro: “Que se arriesguen. Van a haber adversidades, pero no se rindan”. Palabras sencillas, pero que resumen perfectamente la esencia del emprendimiento: lanzarse, perseverar y no perder la fe, incluso cuando el camino se complica.

Dulzura que inspira

Más allá de las ventas, este emprendimiento demuestra que se puede construir un futuro con base en la pasión, el esfuerzo y la constancia. Cada galleta que sale del horno no solo lleva chips de chocolate o crema de vainilla, sino también la historia de un joven que decidió transformar un hobbie en una oportunidad de crecer.

Así, entre exámenes y bandejas de galletas, él y Claudia siguen escribiendo una historia que apenas comienza, una historia que nos invita a creer que el sabor de los sueños siempre será más dulce cuando se comparte.